Las acciones de mantenimiento de depósitos de agua en comunidades de vecinos incluyen la limpieza y desinfección anual (o con mayor frecuencia según normativa) por parte de empresas autorizadas, así como el mantenimiento preventivo externo e interno. Es fundamental seguir las regulaciones, como el Real Decreto 487/2022 en España, y realizar un registro de todas las operaciones. Si de los depósitos se abastece de forma general a todos los propietarios podría considerarse que el mantenimiento es comunitario. En cambio, si su instalación la acometió un particular/propietario y abastece únicamente a su vivienda se entiende que el mantenimiento le corresponde a dicho propietario a nivel particular.

 

 

Los depósitos de agua en las comunidades de vecinos son instalaciones clave para el abastecimiento de agua potable. Aunque en Canarias podría decirse que no es práctica beber directamente del grifo, si estamos en contacto directo con el agua lo que hace una práctica delicada.

 

 

Con el tiempo, estos depósitos acumulan suciedad, sedimentos y microorganismos que pueden afectar negativamente la calidad del agua, comprometiendo la salud de los residentes. La limpieza regular de estos depósitos es esencial para:

 

 

  • Prevenir la contaminación del agua por bacterias, algas o residuos.
  • Evitar problemas de salud, como infecciones, enfermedades gastrointestinales o el desarrollo de bacterias peligrosas como la Legionella.
  • Garantizar la calidad del agua potable, asegurando que cumple con los estándares legales.

 

 

Mantenimiento preventivo y de instalaciones

 

 

  • Sellado y protección: Asegurar que el depósito esté bien sellado y que los tubos de ventilación y rebose tengan mallas para evitar la entrada de insectos.
  • Revisión estructural: Inspeccionar periódicamente el depósito en busca de fisuras o grietas y sellarlas si es necesario.
  • Mantenimiento de componentes: Revisar y, si es necesario, aceitar y pintar las válvulas de entrada, salida y limpieza. 

 

 

Limpieza y desinfección

 

 

  • Frecuencia: Limpiar y desinfectar el depósito al menos una vez al año, o más frecuentemente si el agua tiene muchas impurezas.
  • Proceso:

    1. Vaciado: Vaciar completamente el depósito.
    2. Limpieza mecánica: Lavar las paredes y el suelo para eliminar sedimentos, incrustaciones y algas. Un lavado a alta presión puede ser necesario para los residuos más persistentes.
    3. Desinfección: Aplicar una solución con un producto autorizado para el agua potable, como hipoclorito de sodio, y dejar actuar durante el tiempo especificado.
    4. Aclarado: Enjuagar a fondo el depósito con agua potable para eliminar cualquier residuo del producto desinfectante. 

 

 

Control y documentación

 

 

  • Análisis del agua: Realizar análisis periódicos para asegurar que el agua cumple con los estándares de calidad, especialmente para detectar patógenos como la Legionella.
  • Registro: Mantener un registro detallado de todas las limpiezas, desinfecciones y análisis realizados, incluyendo las fechas y los resultados.
  • Empresas especializadas: Contratar empresas autorizadas e inscritas en el ROESB (Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas) para realizar los trabajos de limpieza y desinfección. 

 

 

  • Inspecciones visuales regulares (mantenimiento externo):

    • Revisar el estado general del depósito y sus componentes externos (tuberías, válvulas, escalera de acceso, etc.).
    • Asegurar que las aberturas de ventilación y rebose estén selladas con mallas para evitar la entrada de insectos y otros animales.
    • Mantener limpia y despejada el área circundante al depósito para prevenir la entrada de contaminantes externos.

  • Control de la calidad del agua:

    • Verificación periódica del cloro residual y otros parámetros del agua para asegurar que se mantiene potable, es decir, inodora, incolora, insípida y libre de elementos en suspensión.

  • Reparaciones y mejoras:

    • Corregir cualquier fuga, grieta o desperfecto detectado durante las inspecciones para evitar la contaminación del agua o daños en la estructura del depósito.
    • Considerar el uso de depósitos con protección UV y aditivos antibacterianos si se van a instalar nuevos, ya que ayudan a mantener la calidad del agua. 

 

 

 

 

Responsabilidades y Normativa

 

 

  • Comunidad de Propietarios: Es la responsable de garantizar la calidad del agua de consumo humano dentro de sus instalaciones y de contratar los servicios de mantenimiento necesarios.
  • Normativa Aplicable: El marco legal principal en España es el Real Decreto 487/2022 (que sustituye y actualiza parcialmente al R.D. 140/2003) por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano. La normativa autonómica también puede especificar particularidades.